La importancia de la educación inicial
La educación como sabemos es un ámbito de nuestro mundo actual y una condición importante en nuestras vidas, porque sin ella, no tendríamos los conocimientos y aprendizajes necesarios para un desarrollo y formación continua, así como para enfrentarnos a los retos de un mundo que se encuentra en constante cambio.
Esta educación se debe impartir desde la infancia, porque es en la niñez, el período de asimilación por excelencia, en ella, cada niño tiene la oportunidad de atesorar grandes riquezas, por la gran capacidad de aprendizaje y curiosidad que le caracteriza, en ese sentido existe una enorme importancia en la educación inicial, la primera que reciben todos los niños de manera formal fuera de su hogar; así también podemos decir que la educación pre-escolar es la base de nuestra formación, es una etapa donde se desarrollan y se adquieren una variedad y diversidad de habilidades y destrezas.
La Educación Inicial o Preescolar comprende la atención de los niños y niñas desde su concepción hasta los 6 años, su objetivo fundamental es contribuir con el desarrollo infantil, para lo cual se requiere ofrecerle una atención integral en un ambiente de calidad que favorezca su crecimiento y desarrollo en los aspectos físico, cognitivos, socioemocionales, psicomotrices y del lenguaje. Tenemos buenas razones darle un lugar importante a la educación inicial, como las siguientes:
– Los niños y las niñas tienen derecho a una vida digna y a un desarrollo pleno de sus potencialidades.
– Millones de niños y niñas en todo el mundo, padecen de desarrollo intelectual, social o emocional retrasado, debilitado o distorsionado en sus primeros años, hecho que los afecta durante toda su vida posterior.
– Está demostrada la importancia de la promoción del desarrollo de la salud integral en los primeros años de vida. Las capacidades físicas, sociales y psicológicas con las que el niño nace son extraordinarias, pero si no se estimulan, en lugar de desarrollarse, se atrofian.
Por otro lado, hay que señalar que, en estos primeros años, se debe dar prioridad a darle seguridad emocional a los niñas y niños, lo cual depende de los vínculos de apego, el tipo de relación que se establece y la autoestima, por ello, el adulto que atiende niñas y niños pequeños, además de tener los conocimientos sobre desarrollo infantil, debe ser capaz de transmitirles seguridad, confianza, alegría y estima, sin discriminar a ninguno. El adulto debe presumir que el peso de sus mensajes, encubiertos o expresos, sus actitudes y conductas, el optimismo o el pesimismo que exprese, el autoritarismo o la posición democrática que ejerza, sus prejuicios, sus frustraciones y sus valores serán aprehendidos por el niño o niña. Igualmente, el adulto en su papel de mediador de los aprendizajes y de las experiencias del niño o niña, debe conocer que esta mediación le otorga al aprendizaje un significado cultural, ampliando el horizonte de su influencia. Por ello cuando el adulto interviene para optimizar el desarrollo de los niños y niñas pequeños debe tener presente que:
– No debe forzarse a los niños o niñas. La intervención del adulto debe aparecer de manera natural e incorporada a la rutina diaria.
-El exceso de estimulación satura a niños y niñas. No se puede olvidar que no es la cantidad de interacciones lo que es efectivo, sino la calidad de las mismas.
– Debe dársele cabida a las intervenciones propias del niño y la niña, el adulto no siempre es el guía de lo que se podría hacer y cómo habría que realizarlo.
– Hay que tener siempre presente el estado de ánimo de niños y niñas, a fin de favorecer su equilibrio. No hay que propiciar días enteros de bullicio o de actividades sedentarias.
– Puede organizarse el ambiente y los recursos de forma tal que mientras el adulto está ocupado con un grupo de niños y niñas, el resto pueda disfrutar situaciones enriquecedoras.
– Deben evitarse cambios continuos en la persona que cuida a los niños y las niñas, pues éstos pueden ocasionar inestabilidad emocional para los pequeños; en medios socioeconómicamente desfavorecidos, es más importante la actitud del adulto y el ejercicio de su rol que la falta de estímulos, materiales o pobreza del ambiente.
Psic. Miguel Tafur
Bibliografía
Gil y Sánchez (2004) Educación inicial o preescolar: el niño y la niña menores de tres años. Algunas orientaciones a los docentes Educere, 8(27), pp. 535-543
Quezada (2018) La importancia de la educación preescolar. Ampsie Asociación Mexicana de Psicoterapia y Educación A.C